La primavera es la época del año en que, poco a poco, vamos dejando
atrás los fríos invernales, los días grises y las jornadas lluviosas. Con la
llegada del buen tiempo, nuestro cuerpo nos va pidiendo cada vez más salir a la
calle, hacer actividades fuera de las cuatro paredes de nuestras casas.
Sin embargo, este buen tiempo
nos puede resultar peligroso si no se maneja adecuadamente. Los días primaverales se caracterizan por
una mayor cantidad de luz solar. Los días son más largos, las temperaturas
suaves y los ánimos en creciente floración. Esto hace que queramos salir a la
calle de cabeza, sin más preocupaciones que disfrutar del tiempo primaveral.
Si pensamos en fotoprotección, rápidamente lo
asociamos con el verano y las vacaciones. No solemos pensar que el sol
primaveral, que tanto ansiamos, nos pueda resultar dañino. Pero lo es. La
radiación solar, sea la época del año que sea, es nociva para nuestra piel si no empleamos un fotoprotector adecuado a nuestro fototipo.
Los daños provocados por la radiación solar son más que conocidos:
quemaduras solares, manchas cutáneas, fotoenvejecimiento prematuro y, en los
casos más graves, cáncer de piel. A pesar de todo el conocimiento y todos los
estudios realizados en cuanto a los efectos nocivos de la radiación solar, aún
son muchas las personas que salen a la calle sin ningún tipo de fotoprotección
o que sólo utilizan los fotoprotectores en la época estival.
Estos
daños son fácilmente prevenibles.
Sólo hace falta seguir unos pequeños consejos,
como son:
- Proteger la piel, especialmente la de los niños, con fotoprotectores y ropa adecuada siempre que se realice alguna actividad al aire libre, incluso en los días nublados.
- Consultar al farmacéutico o al dermatólogo cuál es el fotoprotector más adecuado a cada tipo de piel.
- Aplicar el fotoprotector, al menos, media hora antes de exponerse al sol.
- Los ojos también deben protegerse de la radiación solar con gafas de sol.
- Se debe evitar exponer al sol a los menores de 3 años.
- El fotoprotector debe aplicarse de forma periódica, a ser posible cada 2 horas.
- Evitar la exposición solar en las horas centrales del día así como quedarse dormido bajo el sol.
- Se debe tomar especial precaución con los tratamientos farmacológicos que se estén utilizando, ya que hay medicamentos que son fotosensibles.
- Tras la exposición solar se debe tratar la piel con una crema hidratante adecuada al tipo de piel.
- No se debe reutilizar los fotoprotectores de un año para otro ya que pierden efectividad.
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El farmacéutico es el profesional sanitario más cercano a la población.
En la oficina de farmacia existe gran cantidad de fotoprotectores con
diferentes factores de protección solar (FPS) y con multitud de formas tales
como leches y lociones solares, cremas, geles o aceites, cada una de las cuales
tiene unas características físicas y químicas especiales, que las hacen más
recomendables para unos usuarios determinados. La selección del fotoprotector más adecuado para el paciente depende
del estudio de múltiples factores, tales como la edad del usuario, su tipo de
piel, posibles patologías que sufra, medicamentos que utilice, época del año o
actividad que se va a realizar.
Los Laboratorios Isdin han desarrollado una gama muy completa de fotoprotectores adaptándose a todo tipo
de piel y a todas las necesidades de los consumidores. Han desarrollado una
serie de productos con texturas
innovadoras (fusión fluída, gel-crema con color, compacto, gel-crema, fusión
gel, spray transparente), permitiendo así que haya un preparado adecuado para
cada tipo de piel. Sea como sea la piel de nuestros pacientes, existe un
producto Isdin ideal para cada uno de ellos.