Problemas para respirar, sudores fríos, taquicardia, ataques de pánico... Si en alguna ocasión habéis sufrido uno de estos síntomas, es muy probable que os hayáis encontrado ante un cuadro de Ansiedad.
¿Qué es la Ansiedad? La Ansiedad es, en numerosas ocasiones, una respuesta normal que se produce cuando una persona recibe una posible amenaza. Su función es protegernos de dicha amenaza, haciendo que evitemos la situación, salgamos huyendo o luchemos.
Cuando una persona siente ansiedad, lo que más destaca de dicha experiencia es esa sensación de intenso malestar (miedo, terror, angustia), y los síntomas fisiológicos que está experimentando. La ansiedad puede presentarse de forma crónica, como un rasgo de personalidad presente durante casi toda la vida del individuo, o en forma de episodios recortados de gran intensidad. El cuadro de ansiedad es más frecuente en las mujeres que en los hombres.
Los síntomas más frecuentes dentro de un cuadro de Ansiedad son:
- Falta de aliento o sensación de ahogo.
- Mareo, sensación de inestabilidad o pérdida del conocimiento.
- Palpitaciones o aumento del ritmo cardíaco.
- Temblores o sacudidas.
- Sudoración.
- Sofocos.
- Nauseas o molestias abdominales.
- Adormecimiento de manos.
- Escalofríos.
- Dolor en el pecho.
- Miedo a morir.
- Miedo a perder el control.
Llevar a cabo un estilo de vida saludable, así como una serie de técnicas de relajación, pueden evitar en muchas ocasiones que se presente un cuadro de ansiedad. Éstas son algunas recomendaciones:
- Dieta rica y variada, evitando comidas pesadas y excitantes.
- Tener momentos de reposo: dormir ocho horas, tomarse algunos días de vacaciones.
- Ejercicio físico de forma más o menos regular.
- Aprender a relajarse.
- Organizar las tareas y dar prioridades.
- Solucionar los problemas y tomar decisiones.
- No ser catastrofista y analizar la interpretación que se hace de los problemas y de las situaciones.
- Aumentar nuestra auoestima y mejorar las relaciones con los demas.
Para tratar un cuadro de Ansiedad existen numeroso tratamientos farmacológicos que deben ser prescritos y valorados por un médico especialista. Ante un cuadro de ansiedad de intensidad no muy grave, existen también remedios naturales que pueden beneficiar a nuestro organismo. Entre ellos se encuentran los siguientes:
- Rhodiola: ésta es una planta que se utiliza frecuentemente para tratar casos de tensión emocional y cansancio físico. Se debe tomar un comprimido al día durante un periodo máximo de un mes.
- Triptófano: un aminoácido esencial que nuestro cuerpo necesita para fabricar serotonina. La serotonina es un neurotransmisor que actúa como regulador del estado de ánimo. Este aminoácido es esencial para personas que se sientan desmotivadas, desanimadas, agobiadas, intranquilas, ansiosas o con estrés. Preferiblemente se debe tomar dos comprimidos al día, uno en el desayuno y otro en el almuerzo o cena, haciendo periodos de descanso cada cuatro semanas.
- Azafrán: puede ser útil en los cambios leves o moderados del humor, acompañado de estados de tristeza o euforia, melancolía, estados tensionales o sobrecarga laboral. Se debe tomar uno o dos comprimidos al día, preferiblemente por las mañanas con o sin alimentos.
Estos son algunos consejos para sobrellevar pequeños cuadros de ansiedad. Si la situación se cronifica o los síntomas empeoran, se debe acudir al especialista. No debemos nunca automedicarnos.