El curso escolar ha finalizado y
muchos padres se encuentran ante una situación muy frecuente en esta época del
año. “¿Qué hacemos con los niños?”.
El actual ritmo de via hace muy complicada la conciliación familiar y laboral.
Por ello muchos padres deben recurrir a los campamentos de verano con el fin de
que sus hijos estén bien atendidos hasta que sean los propios padres, con sus
vacaciones, los que puedan ocuparse de ellos.
A la hora de hacer las maletas para que nuestros hijos vayan a
los campamentos, surgen un millón de dudas sobre qué deben llevar. Esta
situación se puede ver agravada en el caso de niños que requieran cuidados
especiales (alergias alimentarias, asma, diabetes, etc. ).
En la maleta de nuestros hijos
debe ir ropa cómoda, nunca ropa a estrenar
porque les puede provocar rozaduras y escoceduras. El calzado también debe ser lo más cómodo posible. En caso de
campamentos de montaña deben llevar además unas botas que les sujeten los
tobillos. Los calcetines han de ser
de algodón y sin costuras, para evitar la formación de ampollas y heridas en
los pies. Por supuesto no deben olvidarse del cepillo de dientes y dentífrico. Existen sets de viaje con un
cepillo y pasta de dientes en formato pequeño para que no abulte ni les pese en
la mochila.
No es recomendable que lleven teléfonos móviles (en los campamentos hay teléfonos para
poder estar en contacto directo con los monitores y con nuestros hijos), ni
consolas o juegos electrónicos, ya que estos aparatos favorecen el aislamiento
y el campamento es para todo lo contrario, para convivir e intercambiar
experiencias.
Todos los campamentos deben
contar con un botiquín de primeros
auxilios y con un servicio médico
capaz de actuar en cualquier situación que se les presente. Es muy importante
tener a mano los teléfonos de los servicios de emergencia así como de los
centros de salud u hospitales más próximos al campamento.
Los niños deben llevar consigo
toda la documentación sanitaria
necesaria, es decir, las tarjetas sanitarias y cartillas de vacunación. También
sería recomendable que, sobre todo en el caso de niños que requieran de una
atención más especializada, tengan a mano el teléfono de su pediatra habitual
con el fin de poder consultarles cualquier duda que surja en cada momento.
Botiquín para pequeños trastornos
- En caso de diarrea o vómitos, solución oral de rehidratación.
- Contra las picaduras de insectos, deben llevar repelente de insectos, solución analgésica de amoníaco y crema antiinflamatoria.
- Crema para evitar escoceduras y rozaduras.
- Para protegerse del sol, crema y labial de protección solar específicos para niños, y una emulsión para después del sol.
- Contra la fiebre y pequeños resfriados, soluciones de paracetamol o ibuprofeno.
- Para el mareo, pastillas, jarabes y chicles antimareo.
- Para la higiene nasal y ocular, agua de mar esterilizada y suero fisiológico en monodosis.
En caso de accidentes
- Gasas, esparadrapo, tiritas, vendas, apósitos estériles y una solución antiséptica (agua oxigenada, povidona yodada, mercurocromo o clorhexidina).
- Tijeras, pinzas, termómetro, guantes desechables y alcohol para limpiar el instrumental.
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