En invierno las bajas temperaturas hacen que el nivel de humedad en el
ambiente sea más bien bajo. Este hecho, junto con el incremento en el uso de
las calefacciones, provoca un ambiente de sequedad
que va a repercutir directamente sobre nuestras mucosas (garganta, nariz,
ojos).
Las mucosas de nuestro
organismo, como son la nariz, boca y ojos, actúan como barreras de defensa para
nuestra salud. En dichas mucosas quedan retenidos todos aquellos gérmenes que
entren en contacto con nuestro cuerpo. Dicha función se consigue gracias a que
estas mucosas se encuentran en un estado de humectación (humedad) muy alto. Si
dicho nivel de humedad se pierde, perdemos también esa capacidad defensiva,
dejando a nuestro organismo a merced de posibles infecciones muy frecuentes en
esta época del año, como son los resfriados y la gripe.
¿Qué síntomas son característicos de la sequedad de las mucosas? En primer lugar, la sensación
de tirantez y falta de hidratación. En el caso de la nariz esa sequedad puede provocar la aparición de pequeñas heridas
(escoriaciones) muy molestas (suelen ser bastante dolorosas) que pueden
desencadenar pequeñas hemorragias nasales.
En la boca lo más característico de dicha sequedad es la dificultad a la
hora de tragar, acompañado de dolor al tragar incluso nuestra propia saliva.
En el caso de los ojos, para contrarrestar dicha
sequedad, se incrementa la producción de lágrimas, lo que hace que aparezca el
típico lagrimeo característico en esta época del año.
¿Se puede prevenir esta sequedad de las mucosas? Sí, se puede. Para ello es
conveniente llevar a cabo una serie de medidas higiénico-sanitarias muy
sencillas. Es conveniente permanecer en ambientes con un grado de humedad
relativo alto. Para ello podemos utilizar humidificadores que generen esa humedad.
No debemos abusar del uso de las calefacciones. Una temperatura ambiente de 22° es más que suficiente para estar cómodos. Se deben ventilar las casas
de forma adecuada a primera hora de la mañana, con el fin de renovar el aire
contenido.
Hay tratamientos específicos que van a contrarrestar esta sequedad. En
el caso de que tengamos la boca seca, en la farmacia podemos encontrar sprays
humectantes que van a incrementar el grado de humectación de nuestra garganta y
favorecer la formación de saliva. Sprays como Vea Oris Oral, un producto a base de Vitamina E con acción
antioxidante y protectora. Este producto ha sido testado para el níquel y para
el gluten, no contiene alcohol, ni aromas, ni aceites esenciales, ni
colorantes, ni conservantes. Gracias a estas características está especialmente
indicado para aliviar la sequedad de garganta y nariz. Puede utilizarse tantas
veces al día como se quiera.
En el caso de que aparezcan pequeñas lesiones en la mucosa de la nariz,
en la farmacia podemos encontrar cremas que, además de hidratar la zona,
protegen la superficie de la mucosa. Entre estas cremas nos encontramos Rinocusi Vitamínico, una pomada a base
de Vitamina A (Retinol), sustancia que aplicada localmente a nivel de la mucosa
nasal presenta un efecto protector de la mucosa nasal irritada. Se debe aplicar
una pequeña cantidad dos o tres veces al día.
El lagrimeo de los ojos, tan característico en esta época del año, se
puede prevenir manteniendo dichos ojos bien hidratados. Para ello, en la
farmacia se pueden encontrar lágrimas
artificiales que van a aportar dicha hidratación. La función de dichas
lágrimas artificiales es actuar como lubricante ocular y restaurador de la
película lacrimal. Salvo contraindicaciones al respecto, se pueden utilizar
varias veces al día. Entre las más utilizadas están Hyabak, Systane y Aquoral.
No hay comentarios:
Publicar un comentario