sábado, 20 de junio de 2015

Coge tu sombrero y póntelo

Con la llegada del calor del verano, debemos extremar aún más nuestra protección frente al sol. El fotoprotector debería ser nuestro compañero de viaje todo el año. Pero si no lo es (por las razones que sea), hay determinadas épocas del año en que no debemos olvidarnos de él. Y ésta es una de ellas. 

Imagen maquilladas.com
Al hablar de fotoprotección lo primero que se nos viene a la mente es nuestra piel. Debemos protegerla de las radiaciones solares para evitar tener problemas del tipo:

- Envejecimiento prematuro 
- Arrugas
- Manchas solares
- Reacciones alérgicas 
- Y problemas mucho más graves, como puede ser el melanoma o cáncer de piel. 


Como ya hemos comentado en numerosas ocasiones, no todas las pieles necesitan la misma protección. Cada fototipo de piel tiene su fotoprotector especifico. Si queréis más información podéis leerlo haciendo clic aquí. 

Sin embargo, no sólo debemos proteger nuestra piel de los rayos solares. Casi siempre hay un gran olvidado que sufre por una exposición solar no protegida: el pelo

¿Cómo afecta la radiación solar a nuestro cabello? La radiación UVA provoca un blanqueamiento del cuero cabelludo, tanto en los cabellos teñidos como los de coloración natural, dejando el pelo apagado y sin brillo. Además los rayos UV debilitan la estructura capilar, afectando directamente a la queratina del pelo. Esto hace que nuestro pelo se vuelva frágil y quebradizo. Por último, la radiación solar va a deshidratar nuestro cabello, con lo que se incrementa la fragilidad y rotura del cabello. Si a todo esto le añadimos los efectos negativos de la sal y del cloro de las piscinas, el resultado puede ser más que nefasto. 

¿Cómo podemos proteger nuestro pelo en verano? A la hora de protegernos de las radiaciones solares, lo ideal sería que el cabello no entrara en contacto con ellas. Para conseguirlo basta con que nos pongamos un gorro y evitemos la exposición en las horas centrales del día, que son cuando las radiaciones son más dañinas. 

Si no sois de llevar gorros, o si queréis complementar esta protección, existen Serums y Sprays fotoprotectores específicos para el cuero cabelludo. 

Después del baño es vital aclarar el cabello con agua dulce que tenga una cantidad de cloro moderada. Por eso no vale con darse un baño en la piscina. Debemos usar las duchas que hay tanto en las piscinas como en la playa. 

Posteriormente, ya en nuestra casa, debemos someter nuestro pelo a un tratamiento reparador. Para eso utilizaremos bálsamos reparadores o mascarillas que incrementen la hidratación y nutrición de nuestro pelo, teniendo especial cuidado con la reparación de las puntas. Es preferible utilizar champúes suaves que no sean agresivos con el cabello. Es preferible olvidarnos, en esta época del año, del uso del secador o de planchas de pelo. 


Por ultimo, para recuperar la salud de nuestro pelo, tras el periodo estival es conveniente que vayamos a la peluquería y nos hagamos un corte de pelo con el fin de sanear el pelo dañado. 

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