lunes, 17 de febrero de 2014

Esos bichitos indeseables

Una de los problemas más demandados en la Oficina de Farmacia tiene como protagonistas a unos pequeños seres bastante desagradables, los piojos. La pediculosis es una afección cutánea producida por la infestación por un piojo, localizada fundamentalmente en el cuero cabelludo.



Los piojos se convierten, cada año, en los grandes protagonistas. Hace unos años su incidencia se daba en el comienzo del curso escolar. Hoy en día, están todo el año presentes. ¿Y por qué ocurre esto? Pues porque sigue siendo un caso tabú, nos avergüenza hablar de ello y decir que nuestros niños tienen “pipis”. Se sigue relacionando la presencia de piojos con una falta de higiene, con ser un paria social. Por más que, desde la farmacia, se explica que tener piojos es, por desgracia, algo muy frecuente hoy en día.

Cuando los piojos hacen su aparición, hay que tratarlos de forma eficaz. Los pediculicidas tradicionales (lociones anti piojos) contienen permetrina, malatión y fenotrina. Su uso ha sido muy amplio y esto ha llevado a la aparición de focos de resistencia. Por eso cada vez son menos recomendables.



Los nuevos pediculicidas ya no contienen insecticidas químicos. Contienen dimeticona y ciclometicona, unos derivados de la silicona. Actúan ahogando al piojo y evitando su reproducción. No son tóxicos para quién lo utiliza y no dañan el cuero cabelludo. Para lograr una eficacia completa es necesario seguir muy bien las instrucciones de uso y no olvidarnos de repetir el tratamiento a los 7 días, logrando así que todos los piojos y liendres desaparezcan del cabello.



Junto con el tratamiento químico para eliminar los piojos, se hace necesario un tratamiento mecánico para favorecer la eliminación de piojos. En las farmacias podéis encontrar liendreras. Las liendreras son unos peines con unas púas metálicas largas y muy juntas. Al pasar el cuero cabelludo entre estas púas los piojos son arrastrados y eliminados del pelo. Es conveniente que el uso de la liendrera sea a diario, y no sólo el día que se aplica el tratamiento químico. Debemos hacer más hincapié en las zonas de la nuca y detrás de las orejas. Estas zonas de la cabeza son las que más calor recogen, y son el lugar ideal para que se asienten los piojos.



La prevención en el tema piojos es un poco contradictoria. Lo ideal es que todos los niños acudan a las clases con la cabeza bien limpia. Esto no es tan fácil como parece, ya que las liendres son muy pequeñas y pueden pasar desapercibidas. En los últimos tiempos se ha visto que el Aceite del Árbol del Té parece tener ciertas propiedades repelentes para los piojos. Esta planta parece tener propiedades antisépticas, antifúngicas, antibacterianas y cicatrizantes. Se deben aplicar unas gotas de este aceite, bien en el champú con el que lavamos la cabeza de los niños, o bien en el suavizante utilizado después. Lo dejamos actuar unos minutos y aclaramos con bastante agua.



La eliminación de los piojos es muy pesada. Debemos ser muy constantes con los tratamientos y no relajarnos. Lo ideal para no sufrir a los temidos piojos, es evitar su contagio. Para ello hemos de educar a nuestros hijos en esta problemática indicando la importancia del contagio. Se debe evitar el contacto directo entre las cabezas de los niños y decirles que no compartan peines o cepillos, pañuelos y gorros. En el caso de las niñas es aconsejable que lleven el pelo recogido con coletas y trenzas.

No debemos avergonzarnos si nuestros hijos tienen piojos. Es un problema muy frecuente en los niños de edad escolar. La información se vuelve muy necesaria para combatir esta situación.








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