jueves, 21 de enero de 2016

En Invierno la piel Atópica se resiente

En invierno, con unas temperaturas bajas y un ambiente interior muy seco por las calefacciones, nuestra piel se resiente, pudiendo sufrir episodios de enrojecimientos, picores e incluso descamaciones.

Las personas con piel atópica, en esta época del año, pueden llegar a tener exacerbaciones o crisis puntuales en su sintomatología.

¿Qué se considera como piel atópica? La piel atópica es un trastorno cutáneo prolongado que cursa con erupciones pruriginosas y descamativas. A este tipo de lesiones se les conoce con el nombre de eczemas.

Imagen Laboratorios Babè


¿Cuáles son las causas de la piel atópica? La dermatitis atópica se debe a una reacción similar a una alergia en la piel. De ahí que uno de los síntomas más característicos de esta enfermedad sea el picor. Las personas afectadas de piel atópica pueden presentar a su vez crisis asmáticas o alergias estacionales. A menudo hay antecedentes familiares de afecciones alérgicas como asma o rinitis alérgica.

Los siguientes factores pueden empeorar los síntomas de la dermatitis atópica:
  • Alergias al polen, el moho, los ácaros del polvo o los animales
  • Resfriados y aire seco en el invierno
  • Resfriados o la gripe
  • Contacto con materiales irritantes y químicos
  • Contacto con materiales ásperos como la lana
  • Piel reseca
  • Estrés emocional
  • Sequedad de la piel por tomar baños o duchas frecuentes o nadar con mucha frecuencia
  • Enfriarse o acalorarse demasiado, al igual que cambios súbitos de temperatura
  • Perfumes o tintes agregados a las lociones o jabones para la piel

Los cambios en la piel pueden incluir:
  • Ampollas que supuran y forman costras.
  • Piel seca en todo el cuerpo o zonas de piel con protuberancias en la parte de atrás de los brazos y al frente de los muslos.
  • Secreción o sangrado del oído.
  • Zonas de piel en carne viva por el rascado.
  • Cambios en el color de la piel, como más o menos color con respecto al tono normal de esta. 
  • Enrojecimiento o inflamación de la piel alrededor de las ampollas.
  • Zonas gruesas o con apariencia de cuero, lo cual puede ocurrir después de rascado o irritación prolongados.

El tratamiento para este tipo de pieles consta de un cuidado intensivo de la piel acompañado de una correcta hidratación. En primer lugar se deben tratar los síntomas puntuales, como puede ser la ingesta de antihistamínicos para calmar el picor, o el tratamiento con antisépticos o antibióticos (si la situación lo requiere) para el tratamiento de las lesiones. Una vez aliviados los síntomas se debe abordar el tratamiento integral de la piel, garantizando una correcta limpieza e hidratación diarias.

Los Laboratorios Bioderma han desarrollado la línea Atoderm para pieles sensibles secas, muy secas y atópicas. A través de su gama Atoderm, BIODERMA aporta una solución diferente para las pieles sensibles secas, muy secas o atópicas. Gracias a sus fórmulas dermopatentadas, Atoderm permite restaurar de manera biológica y duradera la película hidrolipídica de las pieles con falta de hidratación y lípidos.


Esta línea de productos engloba las tres fases principales en el cuidado de la piel: limpieza, tratamiento y mantenimiento, cumpliendo así la máxima de los Laboratorios Bioderma de “Yo limpio, yo trato, yo mantengo”.


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