La Navidad es sinónimo de fiestas, reuniones y comidas. Todo tiene que
ser perfecto. Queremos que en la mesa de celebración no falte ningún
detalle, la casa perfectamente decorada, el menú elegido con mimo… Nuestra piel tiene que estar a la altura, nuestro aspecto ha de ser perfecto.
Para eso debemos cuidarla con los mejores productos, no debemos dejar nada al
azar.
El
aliado perfecto para nuestro cuidado diario es el Sérum. Un
sérum es un concentrado cosmético
que se aplica antes de la crema hidratante, mañana y noche por la cara, cuello
y escote. La textura de los sérum suele ser bastante ligera para
facilitar así su absorción y no dejar sensación grasa sobre la piel. A
diferencia de las cremas hidratantes, el sérum
lleva un concentrado mayor de principios
activos y actúa sobre las capas más profundas de la piel. Las propiedades del sérum son múltiples, entre ellas están efecto reparador,
antiarrugas, aporta luminosidad al rostro y crea efecto lifting.
El sérum se debe aplicar
con la cara bien limpia (desmaquillante, agua micelar y tónico) y antes de la
crema hidratante. Debido a su alta concentración de principios activos, se debe
aplicar una pequeña cantidad (2 a 4
gotas es suficiente). Lo ideal es que nos lo pongamos por la mañana y por la noche. Pero si decidimos hacerlo una sola vez, mejor que sea por la
noche. A la hora de aplicarlo, es conveniente distribuirlo con ambas manos
desde dentro hacia fuera del rostro, con movimientos largos y ligeramente
ascendentes. Es muy importante que, aunque su textura sea oil free, no deje la
piel tirante, sino aterciopelada
(como una segunda piel).
¿Podemos utilizar sólo el sérum? Según qué tipo de sérum y en qué tipo de piel, se podría hacer. Hay sérums muy potentes y muy hidratantes
que para pieles muy jóvenes, grasas o mixtas, podría ser suficiente. Sin
embargo, para pieles secas o maduras es conveniente hacer tratamientos más
nutritivos que sellen la piel y permitan mantener más tiempo la hidratación. No
es conveniente utilizar el sérum
durante el día ya que no contiene
ningún tipo de fotoprotección solar.
Lo ideal es empezar el tratamiento a partir de los 30, cuando la piel comienza a mostrar
signos de envejecimiento. Sin embargo, hay pieles que lo necesitan antes, como
son las pieles muy deshidratadas o pieles con problemas de manchas o acné. No
debemos asociar la aplicación del sérum
a una piel madura o con arrugas. Todo lo contrario. El sérum debe formar parte de nuestra rutina diaria en el cuidado de
nuestra piel desde muy temprana edad.
Estas Navidades tu rostro será tu mejor carta de presentación. Consigue que tu look irradie la luminosidad e ilusión propia de estas fiestas. Añade el sérum a tu ritual de cuidado diario y conseguirás unos resultados espectaculares. Pregúntanos cuál es el tratamiento más adecuado a tu tipo de piel. Que la magia de la Navidad se refleje en tu rostro.
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