Al hablar de protección solar para la piel, rápidamente nos vienen a
la cabeza imágenes de gente tomando el sol en la playa. Asociamos la protección solar
con el verano. Sin embargo, en invierno nuestra piel se ve expuesta a numerosos
factores (sol, frío, viento, lluvia) que provocan en ella cambios en su textura
y firmeza, provocando la aparición de manchas, arrugas y flacidez cutánea. Es
por ello por lo que debemos ser muy cuidadosos a la hora de cuidar nuestra piel
en esta época del año.
La nieve refleja la luz del sol, haciendo que nuestra piel reciba tanto luz
directa (propia del sol), como luz reflejada. A parte de la luz recibida,
tenemos que tener en cuenta que, debido a la altitud a la que se realizan estos
deportes (son deportes de alta montaña), la densidad de la atmósfera es menor
por lo que la radiación ultravioleta recibida es mucho mayor.
Un exceso de exposición ultravioleta sin una adecuada protección,
puede provocar quemaduras, especialmente en los párpados, que pueden derivar en problemas
mayores a lo largo del tiempo. Esta exposición puede llevar consigo lesiones en
la córnea, aumentando el riesgo de padecer cataratas o degeneración macular
senil. Los signos de alerta son escozor, lacrimeo, sensación de cuerpo extraño
o dolor ocular. Ante el más mínimo síntoma de alerta debemos acudir a los
especialistas para que valoren la situación.
Todo esto sucede si sometemos a
nuestro cuerpo a una exposición sin control. Por suerte, tenemos las herramientas de prevención adecuadas. A
continuación os dejamos un decálogo con los diez consejos básicos para proteger
nuestra piel en invierno:
- Aplicar un fotoprotector con filtros UVA y UVB antes de cada exposición solar, y reaplicarlo al menos cada dos horas para que no pierda efectividad.
- La piel de los labios es muy fina y delicada. También debemos aplicar sobre ella un fotoprotector adecudado, así como un reparador labial tras la exposición.
- Debemos mantener nuestra piel muy hidratada para contrarrestar los efectos del frío. Una hidratación extra nos ayudará a combatir los efectos de las bajas temperaturas.
- Aunque el día amanezca nublado, no debemos dejar de aplicarnos el fotoprotector, pues las nubes dejan pasar gran parte de la radiación.
- En caso de utilizar maquillaje en la nieve, éste debe llevar un filtro solar adecuado.
- Reforzar la hidratación de la cara durante las noches con productos altamente nutritivos.
- Las zonas más delicadas a la hora de sufrir una quemadura solar son la nariz y los pómulos. Debemos ser muy cuidadosos a la hora de aplicar los productos en esta zona.
- No debemos descuidar los ojos. Hay que utilizar unas gafas que protejan al 100% de los rayos UVA, UVB e infrarrojos.
- Las manos también son proclives a verse dañadas en esta época del año. Un producto de alta hidratación con protector solar es nuestro mejor aliado.
- Hidratar bien el cuerpo para contrarrestar la falta de oxigenación que sufre por el uso de prendas de abrigo y la exposición a ambientes artificiales.
Siguiendo estos pequeños
consejos, lograremos disfrutar de una agradable jornada en la nieve sin peligro
para nuestra piel.
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