lunes, 3 de febrero de 2014

Cómo combatir la gripe

Si hay algo que caracteriza al invierno, es la gripe. Esta enfermedad, por lo general, no es grave para quien la padece. Pero sí puede ser muy molesta e incapacitante durante un cierto periodo de tiempo.



La gripe es una infección vírica que afecta principalmente a la nariz, la garganta, los bronquios y, ocasionalmente, los pulmones. La infección dura generalmente una semana y se caracteriza por la aparición súbita de fiebre alta, dolores musculares, cefalea y malestar general importante, tos seca, dolor de garganta y rinitis. El virus se transmite con facilidad de una persona a otra a través de gotículas y pequeñas partículas expulsadas con la tos o los estornudos. La gripe suele propagarse rápidamente en forma de epidemias estacionales. La mayoría de los afectados se recuperan en una o dos semanas sin necesidad de recibir tratamiento médico. Sin embargo, en niños pequeños, personas de edad y personas aquejadas de otras afecciones médicas graves, la infección puede conllevar graves complicaciones de la enfermedad subyacente, provocar neumonía o causar la muerte. 

La gripe se puede prevenir. La mejor herramienta con la que contamos es la Vacunación. Todos los años el virus de la gripe muta, por eso debemos vacunarnos cada nueva temporada. ¿Quién debe vacunarse? La vacuna se debe administrar a todos los grupos de riesgo: personal sanitario, mujeres embarazadas, niños con edades comprendidas entre 6 y 24 meses, personas que padezcan alguna enfermedad crónica (diabetes, enfermedades cardiacas, renales, inmunocomprometidos) y personas mayores de 65 años.



Como ya hemos explicado, el virus de la gripe se transmite por el aire dentro de pequeñas gotículas que se desprenden al toser o estornudar. Para evitar este contagio, la higiene ha de ser muy cuidadosa. Lavarnos las manos de forma continua, ha demostrado ser una medida muy efectiva.

Si a pesar de llevar a cabo las medidas preventivas, nos contagiamos, existen remedios naturales que nos harán llevar de mejor manera esta enfermedad. A continuación os hacemos un pequeño resumen de cuáles son las plantas que mejor nos van a ayudar a combatir esta enfermedad:
  • Propóleo: es una sustancia que obtienen las abejas de las yemas de los árboles y luego lo procesan en las colmenas. Es un potente antiinfeccioso que ayuda a que las paredes de la colmena no sean atacadas por bacterias, virus u hongos. Entre las propiedades medicinales que se le atribuyen, se encuentran: antibiótico, antiviral, antitumoral, cicatrizante, antiinflamatorio, analgésico, anestésico e inmunoestimulante. 
  • Echinacea: es una planta comúnmente utilizada para combatir infecciones, especialmente del resfriado común y otras infecciones del tracto respiratorio superior. La equinacea es utilizada para el resfriado, infecciones, dolores de garganta, tos y fiebre y en general para impulsar el sistema inmunológico y aumentar las defensas del organismo, reduciendo los síntomas de la mayoría de procesos víricos y gripales. 
  • Tomillo: es una planta que se ha utilizado durante miles de años en la cocina y en la medicina. Esta hierba culinaria tiene varios compuestos fitonutrientes, vitaminas y minerales que le otorgan propiedades medicinales que promueven la salud y ayudan a prevenir enfermedades. Entre sus propiedades podemos destacar sus características antibacterianas y antifúngicas gracias al Timol y otros aceites esenciales que se encuentran en esta hierba. 
  • Eucalipto: entre las propiedades del aceite de Eucalipto se encuentran: Analgésico, antirreumático, antiinflamatorio, antiséptico, antiespasmódico, antiviral, bactericida, balsámico, cicatrizante, descongestivo, desodorante, depurativo, diurético, expectorante, febrífugo, hipoglucémico, insecticida, rubefaciente, estimulante, vermífugo y vulnerario. Su acción antiviral funciona bien en el tracto digestivo, calma la inflamación y alivia las mucosidades. Particularmente eficaz con la gripe, infecciones de garganta, tos, condiciones catarrales, sinusitis, asma y tuberculosis. La infusión de las hojas adultas de esta planta se emplea en afecciones respiratorias de diversa índole: bronquitis, asma, faringitis, amigdalitis, gripes y resfriados. Es muy frecuente su uso para hacer vahos y descongestionar así las vías respiratorias altas. 

·      Con el uso de estas plantas podremos conseguir paliar un poco los síntomas de la gripe, ayudando a nuestro organismo a recuperarse antes. Para combatir la fiebre y el dolor en procesos gripales recomendamos el uso de antitérmicos y antiinflamatorios.


En ningún caso, estaría recomendado el uso de antibióticos frente a un proceso gripal o catarral. Ante un proceso de esta índole, consulta a tu farmacéutico.

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