Una de cada cuatro mujeres ha tenido cistitis en el último año. Esta situación se ve agravada en la época estival debido al aumento del uso de los baños públicos con la llegada del calor.
La cistitis es una infección urinaria causada por bacterias que penetran en la vejiga y se adhieren a las paredes del tracto urinario. La bacteria que mayor relación tiene con este tipo de infecciones es Escherichia coli. Esta bacteria puede proliferar en nuestro tracto urinario debido a que existen alteraciones en la flora vaginal, a un exceso de humedad (provocado por la utilización de bañadores mojados durante la jornada), a una mala utilización de los antibióticos, y a una excesiva retención urinaria (en ocasiones no podemos ir al baño siempre que nos entren ganas, lo que provoca una gran retención en la vejiga).
La cistitis puede darse a cualquier edad, pero es más frecuente entre mujeres con edades comprendidas entre los 20 y los 30 años, y después pasa a afectar con mayor frecuencia en mujeres con más de 50 años debido a los cambios hormonales provocados por la menopausia.
Los síntomas más frecuentes en la cistitis son picor y escozor al orinar, seguidas de una alta sensación de tener ganas de ir al baño, e incluso sensación de no haber vaciado correctamente la vejiga al orinar. Otros síntomas que pueden aparecer en la cistitis son dolor al orinar, presencia de sangre en la orina, fiebre, e incluso calambres en la zona baja del abdomen.
El tratamiento más efectivo para curar la cistitis es la administración de antibióticos por vía oral, ya que existe el riesgo de que la infección se propague hacia arriba llegando a los riñones provocando que la situación se agrave. Estos tratamientos deben hacerse siempre bajo prescripción médica. La automedicación está totalmente contraindicada.
Como siempre, la mejor arma de la que disponemos es la prevención. Los expertos recomiendan lo siguiente:
- Beber al menos un litro de agua al día.
- Evitar bebidas excitantes o carbonatadas.
- Cambiar el bañador mojado después del baño.
- Higiene diaria.
- Mejor ducha que baño.
- Orinar cada dos o tres horas, y antes y después de mantener relaciones sexuales.
- Usar jabones neutros.
- No vestir con prendas ajustadas.
- Tomar preparados farmacéuticos con arándano rojo americano.
El arándano rojo americano debe sus propiedades contra la cistitis a las denominadas proantocianidinas (PAC), que dificultan la adhesión de los filamentos de la bacteria a las paredes de la vejiga evitando así la proliferación de la bacteria. La eficacia antiadhesiva es mayor cuanto mayor sea la concentración de PAC.
El uso del arándano rojo americano es especialmente útil en personas que sufren cistitis de repetición, tanto para prevenir como para tratar los primeros síntomas de la enfermedad. En caso de cistitis recurrentes se aconseja tomarlo durante todo el año. Para el resto de mujeres, se recomienda tomarlo un poco antes de los periodos en los que esta infección es más frecuente.
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